La primera opción es conservar el resto de queso rallado que nos ha quedado en un bote de cristal e introducirlo en el congelador.
La segunda opción es envolver el queso rallado en un paño limpio con agua y sal, agua y vino blanco o agua y vinagre, volviendo a humedecer el paño antes de que se seque y cambiarlo una vez a la semana.
La tercera opción es si lo tenemos en una quesera, seria introducir un terrón de azúcar para que absorba la humedad y así no se cree el moho.
No sabía que se podía congelar....y sale bien al descongelarlo?
ResponderEliminarSegún he leido en internet si lo congelas en un bote de cristal, solo tienes que sacarlo y agitarlo para que se despegue, yo esta vez lo voy a probar, ya he tirado muchos.
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